Después de un arduo día, no hay nada tan reconfortante como una ducha de agua caliente. Pero, te has preguntado alguna vez: ¿Cuán caliente debe ser mi ducha? ¿Cuál es la temperatura ideal?
No existe una regla absoluta sobre cuan caliente debe ser tu ducha, pero la mayoría de los dermatólogos recomiendan mantener la temperatura en un promedio entre 37°C y 38,5 °C, nunca superando los 41°C. De hecho, según la dermatóloga neoyorquina, Dra. Sejal Shah, para evitar daños en la piel se debe mantener siempre una temperatura tibia, no superior a los 38°C.
Además de la sensación de satisfacción de una ducha de agua tibia a la temperatura precisa nos puede otorgar, estas también tienen numerosos beneficios. A continuación, detallaremos algunos de estos.
Aumenta la confianza y rejuvenece la piel.
Como destaca Quora, en su revista de salud femenina Skin Vision, duchas con temperaturas menores a los 41°C son reconocidas por sus efectos relajantes, además de refrescar y aliviar las contracturas de la piel.
Créalo o no, la temperatura con la que te duchas afecta la salud de tu piel. De hecho, una ducha tibia, que no está ni muy fría ni muy caliente, puede ayudar a balancear y suavizar la dermis. De la misma forma, repone los aceites naturales que ésta expele naturalmente, hidratándola y haciéndola brillar.
De acuerdo con el Dr. Carl Thornfeldt, dermatólogo con 30 años de experiencia en el estudio de la piel, este rango de temperatura también ayuda a fortalecer las fibras contráctiles alrededor de los poros, músculos y cabellos, lo que mejora la firmeza y elasticidad de la piel, así como su capacidad para cicatrizar.
Mejora la salud mental y combate la depresión.
De acuerdo con un estudio del New scientist’s sobre la depresión, el rango de temperatura exhibido anteriormente tiene mayores efectos en la salud mental de las personas que incluso la actividad física. Tomar un baño con agua caliente normalmente esta asociado con una mejora moderada, pero consistente, en el ánimo de personas con depresión.
Ahondando en el estudio, investigadores de la Universidad de Freiburg en Alemania llevaron a cabo un experimento donde dividían un grupo de 45 personas con depresión en 2 subgrupos. El primero se sumergía en un baño caliente por 30 minutos, mientras que el segundo se mantenía haciendo ejercicio aeróbico por 45 minutos, 2 veces por semana. Luego de 8 semanas, aquellos que tomaban baños de forma regular reportaron 6 puntos menos en una escala comúnmente usada en pacientes con depresión, mientras que aquellos que hacían ejercicio aeróbico reportaron solo 3 puntos menos en la misma escala.
En conclusión, si experimentas cambios de humor frecuentes, o estas pasando por un mal momento en tu vida, quizás quieras considerar sumergirte en un baño de agua tibia a 40°C. Quien sabe, ¡esas preocupaciones pueden desvanecerse al instante!
Activa la circulación y mejora el sueño.
En lugar de pagar por un masaje, un baño puede hacer maravillas para conciliar el sueño y ayudarte a tener una merecida noche de descanso.
He aquí un dato curioso: el cuerpo humano es controlado por un reloj biológico llamado ritmo circadiano. Este reloj dicta cuando es momento de despertar, comer y dormir. ¿Pero como está relacionado el ritmo circadiano con las duchas de agua caliente?
Bueno, resulta que un baño de agua caliente ayuda a regular la temperatura corporal, lo que gatilla al ritmo circadiano para entrar en acción. Antes de dormir, el cuerpo desciende su temperatura en un promedio de 1°C, y un baño antes de entrar a la cama facilita dicho proceso. Adicionalmente, como mencionamos arriba, el mismo baño ayuda a regular las emociones negativas que puedan afectarnos al final del día. Entonces, ya sea que estés estresado, triste o enojado en la noche, un buen baño caliente puede ser la solución que te ayude a conciliar el sueño y estar descansado para una nueva jornada.
¿Qué sucede cuando me baño con una temperatura por sobre la ideal?
Según Skin Visión, ducharse con una temperatura sobre los 41°C puede producir inflamación en la piel, eczemas, psoriasis o incluso caída en la presión arterial. Exposición repetida y prolongada a estas temperaturas puede causar quemaduras y desmayos.
Una ducha caliente, después de todo, puede ser agradable y relajante, pero en exceso puede ser el peor enemigo de tu piel. Para evitar las consecuencias negativas que acabamos de describir, recomendamos bajar la temperatura de tu calentador de agua a un máximo de 41°C, siendo esta la más segura y agradable para disfrutar un baño.
¿Qué temperatura recomendamos?
Para experimentar un baño agradable y seguro, Rheem recomienda fijar el calentador de agua a un promedio de 37°C y 38,5°C, o bien no más de 41°C.
Ahora sabes cual es la temperatura ideal para tus duchas. Tanto los calentadores de agua instantáneos como los de acumulación Rheem pueden ser fijados previamente con la temperatura que tú deseas, sin que esta cambie incluso cuando se abren otros puntos de consumo. Rheem provee a ti y a tu familia del agua caliente ideal.
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